Dos películas ochenteras van a ser las recomendadas para este miércoles de agosto. Sus géneros son bastante diferentes, pero su calidad las une. Una reúne los mejores elementos del cine de misterio e intriga, como la novela en la que se basó, y la otra es un drama excelentemente bien elaborado por un Giuseppe Tornatore en estado de gracia, y que ejerció de guionista y director. Si los aficionados al cine que vivimos los ochenta, recordamos muchos buenos títulos de aquella década, estas son dos películas imprescindibles para nosotros, y siempre las recomendaremos.
EL NOMBRE DE LA ROSA
Sinopsis: Siglo XIV. Todo comienza una hermosa mañana de finales de noviembre del año del señor 1327 cuando Fray Guillermo de Baskerville (Sean Connery), un monje franciscano y antiguo inquisidor, y su inseparable discípulo el novicio Adso de Melk (Christian Slater), que es quien relata la historia, acuden a una abadía benedictina situada en el norte de la península italiana para intentar esclarecer la muerte del joven miniaturista Adelmo da Otranto. Durante su estancia en la abadía van desapareciendo misteriosamente más monjes, a quienes encuentran muertos al poco tiempo. Lentamente, y gracias a la información aportada por algunos monjes, Guillermo va esclareciendo los hechos. El móvil de los crímenes parecen ser unos antiguos tratados sobre la licitud de la risa que se encuentran en la biblioteca del complejo, de la cual se dice que es la mayor del mundo cristiano. ¿Quién es el asesino? ¿Qué hicieron sus víctimas para morir asesinadas? Nadie lo sabe)…
Lo mejor: Cuando estaba leyendo “El nombre de la rosa” (más o menos, entre 1984-85), se comenzó a hablar sobre su adaptación al cine. Recuerdo que comentamos entre amigos que habíamos leído el libro, y también amantes del cine, que nos parecía imposible que una novela tan “redonda” pudiera ser llevada a la pantalla sin dejar por el camino muchos de sus elementos esenciales. Un tiempo más tarde, nos tranquilizó saber que la adaptación la realizaría Jean-Jacques Annaud, que ya nos había convencido con su “En busca del fuego”. Annaud volvió a convencernos. Los ligeros cambios que advertimos en la película, no nos resultaron molestos a los que habíamos leído la obra de Eco. La trama, tan coherente como en la novela, nos envuelve con su halo de misterio, y contiene su misma agilidad, ayudando al conjunto una excelente ambientación. Magnífico Sean Connery, interpretando a un creíble Fray Guillermo, rodeado de un reparto que cumple a la perfección su cometido, en el que destaca un convincente F. Murray Abraham en sus breves apariciones.
Lo peor: Se hace corta.
CINEMA PARADISO
Sinopsis: Ante la demolición de un viejo cine, un maduro y afamado realizador rememora su infancia y los momentos allí vividos en compañía del entrañable encargado del local.
Lo mejor: Tornatore, a través de la memoria del protagonista, nos presenta una historia aparentemente sencilla, pero de gran profundidad, como lo son los sentimientos humanos que mueven el hilo de la película. La envolvente y acertada banda sonora creada por Ennio Morricone, ayuda a introducirnos en ese nostálgico pasado pueblerino en el que vemos transcurrir la infancia y adolescencia de Totó y su tierna amistad con Alfredo. Excelentes las interpretaciones de sus protagonistas, desde el pequeño que interpreta a Totó, pasando por el actor que le da vida como adolescente, y un Philippe Noiret-Alfredo, majestuoso. Gran homenaje a la historia del cine.
Lo peor: Una película que habla de sentimientos, puede llegar a caer en la sensiblería, y, en “Cinema Paradiso”, hay momentos en los que la roza o cae directamente en ella. Pero es esa su mayor virtud, aunque también para según que espectadores, su mayor defecto.
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Fdo.
